Aquí tienen los poemas que recitaron los autores que
participaron en esta hermosa actividad el 8 de Marzo con motivo del Día
Internacional de la Mujer, que la repetiremos cada mes en diferentes lugares de
la provincia para promover la pequeña parte de la cultura que nos corresponde
en la vida. Contamos con todos ustedes....
Asun
Libertad Torres
Contó el cuento "Piel de foca piel del alma"
(Está en su libro Sirenas y otro seres de agua)
Esta versión de la leyenda que nos ofrece Clarissa
Pinkola Estés, en su libro Mujeres que
corren con los lobos. Ed. B, es la más poética y profunda que he
encontrado. La sitúa en tierra de los inuit, es decir de los esquimales.
“En una época pasada que ahora ya desapareció para
siempre y que muy pronto regresará, día tras día se suceden el blanco cielo, la
blanca nieve, y todas las minúsculas manchas que se ven en la distancia son
personas, perros u osos (....)
Aquí la gente vive en el blanco y espeso cabello de
la anciana Annuluk, la vieja abuela, la vieja bruja que es la mismísima Tierra.
Y fue precisamente en esta tierra donde una vez vivió un hombre tan solitario
que, con el paso de los años, las lágrimas habían labrado unos profundos surcos
en sus mejillas”. (Pág. 279 Op. Cit.)
Así comienza el cuento. Este hombre un día, en el
que no había podido cazar ni pescar nada, vio, mientras remaba en el mar, como
un grupo de hermosas y desnudas mujeres bailaban delicadamente sobre una roca.
Parecían seres hechos de leche de luna, tan bellas que el hombre se quedó
embobado mirándolas, mientras el agua iba aproximando su barca a la roca; casi
sin darse cuenta saltó de la barca y tomó una de las pieles de foca que había
en el suelo y ocultándose tras un saliente guardó la piel entre su parka.
Cuando las mujeres dejaron de bailar, se dirigieron
a las pieles, se las pusieron y fueron internándose en el mar; todas menos una,
la más esbelta de todas ellas, ésta daba vueltas y vueltas sin encontrar su
piel. Entonces el hombre, armándose de valor, se adelantó y con frases
entrecortadas y voz balbuciente le dijo:
“ - Mujer... sé... mi... esposa... Soy.... un...
hombre ...solitario”. (Pág 280. Op. cit.)
- No puedo ser tu mujer. Soy de las que viven abajo.
Por favor devuélveme mi piel para que pueda irme.
Pero él volvió a insistir en que fuera su mujer y le
prometió que le devolvería su piel pasados siete veranos. Y añadió:
-Entonces podrás irte o quedarte conmigo, como tú
prefieras.
Después de mirarle largo rato con ojos expresivos,
la joven Selkie consintió en ser su mujer y comenzaron su vida en común.
Tuvieron un hijo llamado Ooruk y su vida trascurrió
placentera. En invierno la madre le contaba cuentos a su hijo; estos cuentos no
hablaban del oso, el cuervo y el lobo sino de la foca, la ballena, la morsa, el
salmón.., las criaturas que ella conocía.
Cuando estuvieron cerca de cumplirse los siete años,
la carne de la mujer empezó a secarse y agrietarse, andaba cojeando y su vista
se nubló.
Una noche Ooruk se despertó oyendo los gritos de su
padre y el llanto de su madre. Ésta le estaba pidiendo que le devolviese su
piel de foca pues ya se habían cumplido los siete años, pero el padre no se la
quería dar, ya que temía que ella volviese al mar.
Muy enfadado el hombre abandonó el hogar. Ooruk, que
quería mucho a su madre, se durmió llorando. Al rato el viento le despertó,
parecía como si dijese su nombre, “Oooruk, Ooooruuuk”.
El niño se levantó rápidamente y se vistió, salió a
la noche fría y se acercó al acantilado, mientras el viento no cesaba de
gritar:
-Ooooruuuuk.
Allí en el mar agitado había una enorme foca, su
cabeza era muy grande, sus bigotes muy largos y brillaba como la plata a la luz
de la luna.-Ooooruuuuk.
El niño bajó del acantilado hacia la orilla y, al
llegar abajo, tropezó con un bulto que había caído de un hueco entre las rocas.
Era la piel de foca de su madre. Ooruk se la llevó a la cara y percibió el olor
de su madre. En ese momento sintió una oleada de amor; el alma de su madre lo
conmovió con una onda cálida.
- Ooohh- exclamó, llevando de nuevo la piel a su
cara, traspasado del amor a su madre.
- Mientras Ooruk regresaba a toda prisa con la piel
de foca pegada a su cuerpo, la enorme foca se hundió en el mar. Al llegar a la
puerta, Ooruk tropezó y cayó, su madre lo levantó con gran alegría , tomó la
piel y se la puso.
- Oh madre, no lo hagas —gritaba el niño- pues temía
perder a su madre; pero ella no le hacía caso, lo tomó y se lo colocó bajo el
brazo y salió medio arrastrándose y dando tropezones hacia el mar furioso.
-Oh madre, madre no lo hagas, no me dejes, no, madre
no te vayas.
La madre quería quedarse, pero
algo, más viejo que ella, más viejo que el tiempo la impulsaba hacia el mar. Y
es que, cuando una selkie recupera su piel, no hay cadenas de acero, ni cadenas
de amor que la puedan retener en tierra.
En el último momento la madre se volvió hacia su
hijo, tomó su rostro entre las manos e infundió su dulce aliento en sus
pulmones. Después se zambulló con él en el mar y los dos respiraban sin ninguna
dificultad bajo el agua.
Cuando llegaron a la ensenada submarina donde se
reunían las focas, estaba allí la enorme foca que había llamado a Ooruk. Lo
miraba con mucho orgullo mientras hablaba con su madre, preguntándole que tal
le había ido su vida en la tierra.
- Me fue bien, tuve este hijo, aunque para volver he
tenido que destrozar el corazón de un hombre solitario y eso me apena. De todos
modos de no haber regresado hubiera muerto.
El abuelo le preguntó si podría quedarse Ooruk a
vivir con ellos, a lo que respondió:
-No es posible padre. Todavía no ha llegado su hora.
Y así fue como pasados siete días, la madre y el
abuelo focas escoltaron a Ooruk hasta el reino de arriba. La madre le iba
consolando, le decía que tocando las cosas que ella había hecho y usado, sería
como si estuviese con ella, además ella le infundiría su aliento para que
pudiese cantar sus canciones.
Clarissa Pinkola termina el cuento de esta manera:
“Con el paso del tiempo el niño se convirtió en un
gran cantor e inventor de cuentos que, además, tocaba muy bien el tambor y decía
la gente que todo se debía a que de pequeño había sobrevivido a la experiencia
de ser trasportado al mar por los grandes espíritus de las focas. Ahora, en
medio de las grises brumas matinales, se le puede ver algunas veces con su
kayak amarrado, arrodillado en cierta roca del mar, hablando al parecer con
cierta foca que a menudo se acerca a la orilla. Aunque muchos han intentado
cazarla, han fracasado una y otra vez, la llaman Tanqigcaq, la
resplandeciente, la sagrada, y dicen que a pesar de ser una foca, sus ojos son
capaces de reproducir las miradas humanas, aquellas sabias, salvajes y amorosas
miradas.”(Pág. 283. Op. cit.)
Lo que más me gustaría señalar de este cuento es la
relación que mantienen la madre y el hijo, incluso viviendo separados, y cada
uno desde su propia naturaleza. Esta relación con la selkie, con el ser de
agua, propicia, según el entender de las gentes, el que se convierta en un gran
cantor e inventor de cuentos, a la vez que un buen percusionista. Es el
contacto con la fluidez del agua el que es puente para la fluidez de la palabra
y de la voz. Es el contacto con la fluidez del agua lo que permite el
ahondamiento de los sentimientos, la percepción del ritmo del corazón conduce,
a su vez, a poder dominar la percusión y tocar bien el tambor.
Jesús
Coronado
“Amelia”
Siento el peso
del silencio al abrir la puerta,
El de la soledad
y la tristeza de esta vacía terraza.
Me pesan los
besos contenidos y nuestras hamacas blancas.
Me pesan los
recuerdos de estas rosas rojas
Que he de darte
Amelia.
Me encaramo a
esta baranda
Dejando que el
salitre que el aire arrastra,
Me reseque
rostro y alma
Y miro las
estrellas dejando fluir los recuerdos,
Abrazándome a un
vacío que me empuja sin remedio.
Y aparecen los
recuerdos de una letra en una lista
Que nos unió en
un pupitre de madera,
Recuerdos de pan
y arena,
De un sol que se
pegaba hasta en las venas,
Y nos dejaba
como cangrejos cocidos
Macerando entre
vinagre y unas telas.
Te recuerdo a ti,
Amelia.
Recuerdo tus
besos y mis manos como flan de gelatina
Buscando
ansiosas tus senos ocultos bajo la blusa.
Sintiendo el
amor eterno cuando rozaba tus labios,
Hablándonos sin
palabras, mirándonos con los párpados.
Recuerdos de una
boda, de felicidad extrema,
De unos días que
llenaste con tu vida, la que entonces creí eterna.
Pero esta vida
cruel y sin sentido, envidiosa de lo nuestro
Te envío esa
enfermedad, aquella de las seis letras.
Llevándose mi
amor y tu presencia.
Y me dejó como
una palmatoria sin aceite,
Extinguiéndome
lentamente.
Y mientras caigo
veloz sintiendo el aire en la cara
No tengo miedo,
te percibo cerca.
Hoy, como vengo
haciendo hace tres años,
Te voy a regalar
unas rosas, pero esta vez Amelia,
No voy a retirar las secas.
Luis
Beresaluze Galbis
Recitado su poema “Senos” por su hijo.
José Gregorio Lara Fuentes
Poema “Mujer”
Recitado
desde U.K. vía internet
Hace siglos emprendisteis
vuestro camino en tierras infértiles
Mujer
pero las convertisteis en fértiles
con vuestro vientre sagrado
minando de frutos el camino desolado.
Han llenado vuestro descanso de
espinas y hostiles rencores Mujer
pero sin embargo, las habeis rociado
del eterno elixir de la bondad divina.
Hace siglos que emprendisteis la
peregrinación de vuestra alma noble Mujer
de vuestro cuerpo
noble, aunque hayan cruzado vuestro cuerpo de cruces y este vil
sistema
haya enterrado vuestro legado en lo inhóspito;
pero el aire a veces es silencioso como vuestra entereza
y
la sociedad nueva surgirá.
¿Por qué si sois el vínculo entre la
tierra y el cielo
entonces por qué en la tierra alguien usurpa vuestras
ropas?
¡Alguien viste vuestras ropas mujer en la casa de un Dios eterno en la tierra!
¡ La quietud y la paz del Universo
reclaman vuestra conducción Mujer !
Llegara el día , mujer ,que indemne seréis
y del agua amarga de la maldición ya
no beberéis...
Mujer
Tu que has cruzado el laberinto de la historia
cómo permitís que sigan robando
vuestra espiritualidad y vuestra eternidad.
Parad de beber en el cáliz de agua dulce de la
amargura.
Mujer
¡Conozco vuestro culto
y vuestra nobleza
y la savia que brota por vuestro
vientre eterno!
Has vertido ríos de sangre por el
milagro de la vida Mujer
y alguien vierte vuestro milagro en
esclavos de vida.
Liberad al hombre de su engaño.
Mujer...liberadlo....
Augusta Santana
Poema “En la nada”
Fue castigando el sur,
toda vez que miraba
a cada una de las noches,
donde vivió algún día.
No se supo esperar
y avasalló su voz,
en lamentos confusos y
atrevidos,
mientras apenas
sus pies la sostenían.
Tuvo claro de siempre
que nunca alcanzaría las
estrellas,
que ese no era su sitio,
que jugar a ser alguien
era lo que llevaba escrito
en esa piel de azúcar,
que la bañaba entera
de final a principio.
Y un día de repente,
tuvo bondad el cielo
y dibujó su plácida
y distraída luna,
en el color tardío
de un amor de película.
Y se sintió valiente
y se mimó los labios
para besar los lazos,
que se le proponían.
Y se lanzó a ese juego
y a ese fuego creyente,
donde surcó los vientos
que nunca fueron suyos
y ahora, se quedaban
en sus bordes calientes
que la vestían toda,
de las luces crecientes.
Abandonó las hordas
de los pasos cansados,
cejó el peregrinaje
de las ocultas lunas,
apretó al mirada
junto a esos otros ojos,
que iban trastornando
la quietud de su alma.
Y otra vez, nuevamente,
así, tan entregada...
se murió de repente
al notar que en la huida,
no le quedaba nada.
Después de aquella entrega
total y apasionada,
se vertió toda ella
en mil sueños de lágrimas
al ser su soledad
de nuevo compañera,
de sus vientos sin calma.
Hubo de regresarse al sur,
que antaño castigaba
esas noches vacías.
Y tiñó sus espejos
de melodías vanas,
para que no pudieran
devolver siluetas,
que fueran engañadas.
Apagó su sonrisa
y mirando hacia el sur,
se vivió muy deprisa
los huecos que quedaban.
Y un día de repente...
se amaneció en la nada.
Luis Beresaluze Pastor
Poema “Conceptos de Mujer”
MUJER
SOLAR MUJER LUZ MUJER DECORO
MUJER
BARRO MUJER LOBA MUJER PIEL
MUJER
CARRO MUJER CAOBA MUJER BIEN
MUJER
MAR . MUJER VIRTUD MUJER TESORO
MUJER
VIENTRE MUJER HISTORIA MUJER CUNA
MUJER
ARDIENTE MUJER RECUERDO MUJER
ABRIGO
MUJER
PRESENTE MUJER ACUERDO MUJER
AMIGO
MUJER
SIEMPRE MUJER MEMORIA MUJER
LUNA
MUJER
VIAJE MUJER UNION MUJER NUDO
MUJER
VIENTO MUJER HERMANA MUJER
VIDA
MUJER
ALIENTO MUJER MAÑANA MUJER MEDIDA
MUJER
CORAJE MUJER CANCION MUJER ESCUDO
MUJER
PASION MUJER INFINITA MUJER HERMOSA
MUJER
AMOR MUJER HUERTO MUJER NEXO
MUJER
VALOR MUJER PUERTO MUJER SEXO
MUJER
TESON MUJER BENDITA MUJER ESPOSA
MUJER
LECHO MUJER VITAL MUJER CAPULLO
MUJER
OBRERA MUJER MODO
MUJER SUSTENTO
MUJER
COMPAÑERA MUJER TODO
MUJER PORTENTO
MUJER
TECHO MUJER PUNTAL
MUJER ARRULLO
MUJER
FUEGO MUJER SUELO MUJER MADRE
MUJER
HOGAR MUJER CAMINO MUJER CORAZON
MUJER
ALTAR MUJER DESTINO MUJER EMOCION
MUJER
RUEGO MUJER CIELO MUJER PADRE
MUJER
CALOR MUJER SEGURO MUJER FARO
MUJER
REGAZO MUJER AYER MUJER GUIA
MUJER
ABRAZO MUJER TALLER MUJER VIGIA
MUJER
AMOR MUJER FUTURO MUJER AMPARO
MUJER
PAZ MUJER PUENTE MUJER DESPENSA
MUJER
BELLEZA MUJER TIMON MUJER GRANERO
MUJER
PUREZA MUJER LECCION MUJER ESMERO
MUJER
CAPAZ MUJER FUENTE MUJER DEFENSA
MUJER
TERNURA MUJER CIUDAD MUJER GOZO
MUJER
EMBLEMA MUJER PAN MUJER BRISA
MUJER
POEMA MUJER REFRAN MUJER RISA
MUJER
CORDURA MUJER VERDAD MUJER EMBOZO
MUJER
LEAL MUJER RAIZ MUJER ALMA
MUJER
COSTILLA MUJER TIEMPO MUJER AURORA
MUJER
SEMILLA MUJER CUERPO MUJER SEÑORA
MUJER
TOTAL MUJER MATRIZ MUJER CALMA
MUJER
CAPULLO MUJER NIDO MUJER FLOR
MUJER
SUSTENTO MUJER PERDON MUJER LUMBRE
MUJER
PORTENTO MUJER RAZON MUJER CUMMRE
MUJER
ARRULLO MUJER MOTIVO MUJER OLOR
MUJER
ENTE MUJER PODER
MUJER
HIERBA MUJER MUSICA
MUJER
TIERNA MUJER UNICA
MUJER
SIMIENTE MUJER ,MUJER
Eimoa Martín
Poema “Fotografía de familia”
Estamos en Casa
La prisa del mundo se ha detenido toda
no hay relojes ni alarmas para este
instante único
mi pequeña princesa prepara sus muñecos
para la clase
les da lápiz, papel, y breves
instrucciones…
Los ama. Los mima. Los prepara.
La tarde en la ventana se cubre de oro y
besa
el pelo liso de mi niña que habla
con delicada dulzura
a sus bebés.
Y yo me asomo a ratos
un momento breve
por no romper la magia y mucho menos
detener la danza de este juego de la Vida
Estamos en Casa
Un añil acuarela va cayendo desde el cielo
y multiplicando las sombras
preparo la cena
mi niño precioso hace sus tareas en el
salón
dibuja, escribe, hace cálculos, lee…
Le pregunto entonces si disfruta cuando
emplea tantas horas de estudio
y me responde espontáneo: “me entretengo!”
Que sabia respuesta mi niño del alma
entiende que tantas veces la mente
al estar ocupada, deja fluir la infinita
belleza del corazón
y le observo ya después sin distraerle, sin
molestarle
Su corazón gigante que rebosa paz
al cumplir con religioso afán
día a día las tareas de la escuela
y orgullosa sobre todo
cuando a menudo me intereso…
- ¿y eres buen compañero?
- Si mamá…ayudo a los de mi clase
- y defiendo a los pequeños si se ríen de
ellos
Estamos en Casa
otra vez vuelvo a recrearme en lo hermoso
del presente
y me asomo para contemplar a mi hija
diosa su sonrisa entre todas las sonrisas
reina su mirada de caramelo entre todas las
miradas
qué suerte tengo de que sea mi hija
Y tú tesoro
estudiante aplicado que disfruta su estudio
“entreteniéndose” en saber, en conocer, en
agradar…
en cumplir su trabajo
qué suerte tan enorme de que seas mi hijo
Estamos en Casa
Les miro. Les quiero. Les beso. Les abrazo
Grabo esta foto hermosa de este instante
único y dichoso
de Paz
de Amor
de ser MADRE
Perfecto
Isabella Martínez López
Recitó el poema “Margarita” de Rubén
Darío
Margarita está linda la mar,
y el viento,
lleva esencia sutil de azahar;
yo siento
en el alma una alondra cantar;
tu acento:
Margarita, te voy a contar
un cuento:
Esto era un rey que tenía
un palacio de diamantes,
una tienda hecha de día
y un rebaño de elefantes,
un kiosko de malaquita,
un gran manto de tisú,
y una gentil princesita,
tan bonita,
Margarita,
tan bonita, como tú.
Una tarde, la princesa
vio una estrella aparecer;
la princesa era traviesa
y la quiso ir a coger.
La quería para hacerla
decorar un prendedor,
con un verso y una perla
y una pluma y una flor.
Las princesas primorosas
se parecen mucho a ti:
cortan lirios, cortan rosas,
cortan astros. Son así.
Pues se fue la niña bella,
bajo el cielo y sobre el mar,
a cortar la blanca estrella
que la hacía suspirar.
Y siguió camino arriba,
por la luna y más allá;
más lo malo es que ella iba
sin permiso de papá.
Cuando estuvo ya de vuelta
de los parques del Señor,
se miraba toda envuelta
en un dulce resplandor.
Y el rey dijo: «¿Qué te has hecho?
te he buscado y no te hallé;
y ¿qué tienes en el pecho
que encendido se te ve?».
La princesa no mentía.
Y así, dijo la verdad:
«Fui a cortar la estrella mía
a la azul inmensidad».
Y el rey clama: «¿No te he dicho
que el azul no hay que cortar?.
¡Qué locura!, ¡Qué capricho!...
El Señor se va a enojar».
Y ella dice: «No hubo intento;
yo me fui no sé por qué.
Por las olas por el viento
fui a la estrella y la corté».
Y el papá dice enojado:
«Un castigo has de tener:
vuelve al cielo y lo robado
vas ahora a devolver».
La princesa se entristece
por su dulce flor de luz,
cuando entonces aparece
sonriendo el Buen Jesús.
Y así dice: «En mis campiñas
esa rosa le ofrecí;
son mis flores de las niñas
que al soñar piensan en mí».
Viste el rey pompas brillantes,
y luego hace desfilar
cuatrocientos elefantes
a la orilla de la mar.
La princesita está bella,
pues ya tiene el prendedor
en que lucen, con la estrella,
verso, perla, pluma y flor.
* * *
Margarita, está linda la mar,
y el viento
lleva esencia sutil de azahar:
tu aliento.
Ya que lejos de mí vas a estar,
guarda, niña, un gentil pensamiento
al que un día te quiso contar
un cuento.
¡Esperamos que les hayan gustado y…hasta
la
próxima!